Desde hace tiempo, redes sociales como Facebook, Linkedin, MySpace, ... , sean puramente sociales, de trabajo, etc., están siendo ampliamente utilizadas por millones de personas (un 40% de los adultos en Internet ya tienen un perfil en alguna de estas redes, y de éstos, más del 50% lo tiene en varias).
El acceso a la Red de menores y jóvenes inexpertos resulta un peligro añadido más en cuanto a la cantidad y tipo de información que puedan dejar a la vista de cualquiera. De igual manera, es arriesgado que los adultos aporten información sobre sus hijos (datos diversos, fotos...).
Desde tiempos inmemoriales se sabe que "información es poder" y la información que muchos depositan alegremente en estos sitios puede proporcionar mucho poder..., poder para hacer el mal. Actualmente, sobre el 40% de usuarios de Facebook tienen su perfil abierto a todos, permitiendo que cualquiera pueda verlo con toda su información.
Por tanto, antes de dejar expuesta cualquier tipo de información, hay que pararse a pensar si la misma podría ser fuente de problemas. Pero esa reflexión debe ser más pausada de lo que se piensa. La regla general para todo el que quiera participar en redes sociales debe ser: "ante la duda de que algo te pueda traer problemas, no lo pongas".
Por increíble que parezca, algunos datos tan aparentemente inocentes como la predilección o rechazo por determinados alimentos u otros gustos o hobbies, pueden llegar a ser más peligrosos de lo que a primera vista pudiera parecer.
De esa manera, nunca diga lo que no quiera que se sepa. Aunque lo diga en privado, ese tipo de datos pueden acabar donde menos uno lo espera. Datos profesionales de relevancia, tales como noticias relacionadas con el trabajo, pueden suponer también buena fuente de información para la competencia. Por otra parte puede ser un peligroso despiste dejar alguna información en Muros o similares, porque eso queda a la vista de todo el mundo. Lo que se quiera decir a alguien en concreto ha de hacerse de forma privada, y aún así precaución.
Aunque resulta obvio, recordaremos que las contraseñas no se comparten ni se dejan a la vista de nadie. Algunos sitios permiten el uso de preguntas de seguridad por si hay un olvido de la contraseña, ni que decir tiene que información relacionada con esas preguntas no debe figurar en el perfil ni comentarse con nadie.
La única dirección que podría figurar en un perfil público es una cuenta de correo electrónico, pues datos como teléfono o direcciones físicas son tremendamente peligrosos. Ésta última puede, por ejemplo, facilitar el conocimiento de un domicilio vacío en época vacacional.
Quien mantenga diferentes perfiles en diferentes sitios, por ejemplo uno para tema profesional y otro menos serio para tema personal, debe prestar atención con la relación entre los perfiles, pues lo que resulta inocente e inofensivo en uno de los perfiles, puede ser peligroso para otro.
Por tanto, alerta a lo que se escribe y dice.
El acceso a la Red de menores y jóvenes inexpertos resulta un peligro añadido más en cuanto a la cantidad y tipo de información que puedan dejar a la vista de cualquiera. De igual manera, es arriesgado que los adultos aporten información sobre sus hijos (datos diversos, fotos...).
Desde tiempos inmemoriales se sabe que "información es poder" y la información que muchos depositan alegremente en estos sitios puede proporcionar mucho poder..., poder para hacer el mal. Actualmente, sobre el 40% de usuarios de Facebook tienen su perfil abierto a todos, permitiendo que cualquiera pueda verlo con toda su información.
Por tanto, antes de dejar expuesta cualquier tipo de información, hay que pararse a pensar si la misma podría ser fuente de problemas. Pero esa reflexión debe ser más pausada de lo que se piensa. La regla general para todo el que quiera participar en redes sociales debe ser: "ante la duda de que algo te pueda traer problemas, no lo pongas".
Por increíble que parezca, algunos datos tan aparentemente inocentes como la predilección o rechazo por determinados alimentos u otros gustos o hobbies, pueden llegar a ser más peligrosos de lo que a primera vista pudiera parecer.
De esa manera, nunca diga lo que no quiera que se sepa. Aunque lo diga en privado, ese tipo de datos pueden acabar donde menos uno lo espera. Datos profesionales de relevancia, tales como noticias relacionadas con el trabajo, pueden suponer también buena fuente de información para la competencia. Por otra parte puede ser un peligroso despiste dejar alguna información en Muros o similares, porque eso queda a la vista de todo el mundo. Lo que se quiera decir a alguien en concreto ha de hacerse de forma privada, y aún así precaución.
Aunque resulta obvio, recordaremos que las contraseñas no se comparten ni se dejan a la vista de nadie. Algunos sitios permiten el uso de preguntas de seguridad por si hay un olvido de la contraseña, ni que decir tiene que información relacionada con esas preguntas no debe figurar en el perfil ni comentarse con nadie.
La única dirección que podría figurar en un perfil público es una cuenta de correo electrónico, pues datos como teléfono o direcciones físicas son tremendamente peligrosos. Ésta última puede, por ejemplo, facilitar el conocimiento de un domicilio vacío en época vacacional.
Quien mantenga diferentes perfiles en diferentes sitios, por ejemplo uno para tema profesional y otro menos serio para tema personal, debe prestar atención con la relación entre los perfiles, pues lo que resulta inocente e inofensivo en uno de los perfiles, puede ser peligroso para otro.
Por tanto, alerta a lo que se escribe y dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario