miércoles, 28 de abril de 2010

Power Balance, de las muñecas de "celebrities" a los juzgados.


Uno de los peligros que conlleva la tecnología es que en ocasiones nos la pretenden imponer como una cuestión de fe, y para ello son empleados rostros conocidos, de cuyas muñecas pasan a todos aquellos considerados "fashion victims". Y digo cuestión de fe porque cuando alguien te explica que algo "integra un holograma de MYLAR en el que ha sido almacenada una frecuencia de materiales naturales conocidos por sus efectos beneficiosos para nuestro cuerpo" y que con sólo ponértela se consigue el "aumento del equilibrio, la fuerza, flexibilidad, resistencia, enfoque, coordinación y ritmo" porque "brinda al cuerpo nuevamente un estado de armonía y equilibrio como lo tuvo antes de la contaminación por sustancias químicas, comidas rápidas, la falta de ejercicio y el estrés" y todo ello gracias a unos hologramas que, aseguran, "reaccionan positivamente con el campo de energía del cuerpo", sólo tienes tres opciones:

  1. "tragártelo" crédulamente (para lo cual ayuda la aparición de ciertos rostros famosos que a modo de gancho te cuentan lo bien que se sienten desde que la usan)
  2. ponerte en contacto con el CSIC para ver qué de milagroso tiene ese holograma (o en su defecto con alguna Organización de Consumidores)
  3. ó ignorar el tema por completo, que es lo que hasta ahora había hecho un servidor, no porque no me moleste ver cómo se aprovechan de la ignorancia del prójimo, sino porque no tengo tiempo para perderlo en estas tonterías.

La primera y tercera son las más fáciles por ser más pasivas, y la segunda es la más complicada porque significa tener que emplear tiempo en averiguar... y no siempre se quiere malgastar en este tipo de cosas (por cierto es uno de los puntos a favor con los que juega quien dice inventar algo con cualidades milagrosas..., porque entre que alguien se pregunta, se molesta en investigar y si finalmente denuncia, pasa un tiempo precioso en el cual el virus crédulo ya cabalga por medio mundo).

Lo grave es que es la primera opción la que, para alegría de la empresa "inventora del artilugio", suele ir imponiéndose de forma expansiva, por el boca a boca... porque la credulidad tiene fácil contagio por esa vía. Pero lo que ya resulta del todo inadmisible es que quienes reneguemos de esas tonterías pasemos a ser "nadie", a no ser "cool", a estar "desfasados"... Y especialmente estos últimos días estaba ya saturándome... hasta que acabo de ver con alegría que FACUA-Consumidores en Acción ha denunciado a la empresa Power Balance España por atribuir propiedades seudomilagrosas a sus pulseras y otros productos como colgantes, tarjetas plásticas y pegatinas, remitiendo las denuncias, entre otros organismos, a la Dirección General de Salud Pública y Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad y Política Social y la Secretaría General de Salud Pública de la Junta de Andalucía. Power Balance tiene su sede social en la localidad malagueña de Marbella.

FACUA argumenta en sus denuncias que la empresa vulnera el Real Decreto 1.907/1996, de 2 de agosto, sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria, cuya normativa prohíbe la publicidad de productos, materiales, sustancias, energías o métodos"que sugieran o indiquen que su uso o consumo potencian el rendimiento físico, psíquico, deportivo o sexual", "sin ajustarse a los requisitos y exigencias previstos en la Ley del Medicamento".

La publicidad de Power Balance también incurre en otra práctica prohibida en dicho Real Decreto, al ofrecer "testimonios de personas famosas o conocidas por el público" (en el caso que nos ocupa rostros como Santana, Shaquille O´Neal o Rubens Barrichello, entre otros).

Con 35 € se pueden hacer bastantes cosas. Yo no creo en, ni tengo la pulsera o productos de Power Balance ¿y usted?.

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