Como desde hace tantos años, hay que descubrirse ante Jobs y su gente. En el campo de la tecnología, lo habitual es que ante una necesidad, alguien desarrolle algo que la cubra. En Apple eso no sucede: ellos crean el objeto y a la vez crean la necesidad del mismo (pasó con iPod, pasó con iPod Touch, con iPhone). En este caso incluso han dado una vuelta de tuerca, porque el objeto (el tablet pc) ya lo había "inventado" sin éxito, su rival de Redmond. ¿Las claves de porqué antes no y ahora sí?: Microsoft creía estar diseñando el portátil del futuro, mientras que Apple se ha centrado en la producción en masa de "consumidores de contenidos interactivos".
Es bien sabido que los de Cupertino funcionan como una "secta": tienen su gurú (Steve Jobs) y tienen sus acólitos evangelizadores, esos millones de personas que devotamente esperan cada palabra, cada gesto, cada aparición (¿alguien se ha fijado lo poco o nada que ha cambiado en todos estos años cada "aparición del gurú" para presentar el nuevo-gadget-que-todos-debemos-tener?), cada presentación... cada producto. Se Por eso se suele decir que Apple no tiene "clientes", sino que tiene "creyentes". Una serie de "privilegiados" prueban durante meses el ansiado producto, descubren lo que se puede hacer con el mismo, escriben y hablan sobre él, crean la espectactiva, generan ansiedad de tenerlo... Hasta han tenido "su milagro": convirtieron un cacharrito reproductor de música en un auténtico imperio. Las discográficas, atemorizadas ante el avance de las descargas, vieron de repente cómo el aparatito y su tienda virtual (iTunes), hacía generar la necesidad de bajarse millones de canciones de internet para escucharlas, y además, pagarlas.
Y además, altavoces no le faltan. Desde hace semanas, la maquinaria propagandística inunda de noticias sobre la nueva tableta de Apple por todas partes (Medios de Comunicación en general, webs, blogs...), y cada día que se acerca el "día D" del desembarco, más y más noticias: la presentación, la pre-compra,..., y resulta significativo comprobar como en Internet las bondades se imponen a las incomodidades (que, por otra parte, son bastantes). De hecho, aquí estamos hablando del iPad. Sin embargo mi intención ni es publicitarlo (aunque implícito va en el hecho de que nos paremos a comentar sobre este gadget), ni es demonizarlo, sino referenciarlo y puntualizar algunas cosas.
Ni soy amigo de meter todos los garbanzos en la misma saca (por eso utilizo software comercial y soft libre, diferentes sistemas operativos, distintas marcas y tipos de portátiles y sobremesas, etc., etc), ni jamás he tenido posters ni ídolos a los que adorar, por lo que puedo ser uno de los (parece) no demasiados que puede hablar con plena tranquilidad y sin encontrarme bajo ningún "síndrome de Estocolmo". Actualmente dispongo de un iPhone 3GS (y por una serie de casualidades -que no por devoción- fuí uno de los primeros en disponer de él, allá por el mes de junio), y estoy bastante cómodo con él. Pero antes también lo estaba con Blackberry.
Por tanto, lejos de ponerme a comentar (como un acólito más) las bondades del iPad, y sin venda en los ojos, desde mi experiencia como usuario de iPhone, podría decirles varias cosas a los de Cupertino:
Primero los pros: iPad supera a cualquier dispositivo en la comodidad, ya que podemos sentarnos tranquilamente en el sillón a navegar por Internet, leer el periódico o un libro, escuchar música, etc., sin la necesidad de teclado o ratón, ya que todo se maneja con los dedos en una pantalla amplia, con menos de un kilo de peso y poco más de un centímetro de grosor, que además se puede utilizar en vertical o de forma apaisada según la necesidad. Vamos, que parece insuperable para leer el períodico, navegar o ver videos por internet.
Y ahora sí, los contras: en primer lugar sigue siendo un problema que Flash no corra sobre iPhone o iPad. Jobs está empeñado en que cuando un Mac se cuelga es culpa de Flash, y mientras esperamos la llegada del HTML5, nos tenemos que fastidiar al encontrarnos con muchas webs que se ven incompletas.
En segundo lugar, la pantalla LED, que pese a tener una calidad indiscutible quizá se esperaba algo más novedoso, como la tinta electrónica a color (e-ink). Siendo un dispositivo ideal para leer periódicos o libros, la pantalla tiene el inconveniente del brillo, lo que supone, tras horas de uso, fatiga visual (no será raro que 2011 vea una versión 2 del iPad incorporando alguna solución como una pantalla flexible e-ink, de bajo consumo).
En tercer lugar, al igual que con iPhone, siguen sin ofrecer la multitarea abierta. Igualmente se presenta sin cámara de fotos, flash y video, ni USB. ¿Y qué decir del bluetooth cerrado?. ¿Y de la limitación de memoria?. ¿Y de que haya que "jailbreakear" el dispositivo para acceder a un buen número de aplicaciones a las que Apple da la espalda?.
No negaremos las bondades, pero tampoco ocultaremos las incomodidades. Veremos en breve si la nueva versión 4G del iPhone soluciona de una vez esos inconvenientes, y si no, seguramente la evolución de Android para los nuevos smartphones táctiles inteligentes siempre podrá ser una buena alternativa...
...Aunque ahora que me doy cuenta, de momento, Jobs ha conseguido que en este blog se hable de iPad...
Es bien sabido que los de Cupertino funcionan como una "secta": tienen su gurú (Steve Jobs) y tienen sus acólitos evangelizadores, esos millones de personas que devotamente esperan cada palabra, cada gesto, cada aparición (¿alguien se ha fijado lo poco o nada que ha cambiado en todos estos años cada "aparición del gurú" para presentar el nuevo-gadget-que-todos-debemos-tener?), cada presentación... cada producto. Se Por eso se suele decir que Apple no tiene "clientes", sino que tiene "creyentes". Una serie de "privilegiados" prueban durante meses el ansiado producto, descubren lo que se puede hacer con el mismo, escriben y hablan sobre él, crean la espectactiva, generan ansiedad de tenerlo... Hasta han tenido "su milagro": convirtieron un cacharrito reproductor de música en un auténtico imperio. Las discográficas, atemorizadas ante el avance de las descargas, vieron de repente cómo el aparatito y su tienda virtual (iTunes), hacía generar la necesidad de bajarse millones de canciones de internet para escucharlas, y además, pagarlas.
Y además, altavoces no le faltan. Desde hace semanas, la maquinaria propagandística inunda de noticias sobre la nueva tableta de Apple por todas partes (Medios de Comunicación en general, webs, blogs...), y cada día que se acerca el "día D" del desembarco, más y más noticias: la presentación, la pre-compra,..., y resulta significativo comprobar como en Internet las bondades se imponen a las incomodidades (que, por otra parte, son bastantes). De hecho, aquí estamos hablando del iPad. Sin embargo mi intención ni es publicitarlo (aunque implícito va en el hecho de que nos paremos a comentar sobre este gadget), ni es demonizarlo, sino referenciarlo y puntualizar algunas cosas.
Ni soy amigo de meter todos los garbanzos en la misma saca (por eso utilizo software comercial y soft libre, diferentes sistemas operativos, distintas marcas y tipos de portátiles y sobremesas, etc., etc), ni jamás he tenido posters ni ídolos a los que adorar, por lo que puedo ser uno de los (parece) no demasiados que puede hablar con plena tranquilidad y sin encontrarme bajo ningún "síndrome de Estocolmo". Actualmente dispongo de un iPhone 3GS (y por una serie de casualidades -que no por devoción- fuí uno de los primeros en disponer de él, allá por el mes de junio), y estoy bastante cómodo con él. Pero antes también lo estaba con Blackberry.
Por tanto, lejos de ponerme a comentar (como un acólito más) las bondades del iPad, y sin venda en los ojos, desde mi experiencia como usuario de iPhone, podría decirles varias cosas a los de Cupertino:
Primero los pros: iPad supera a cualquier dispositivo en la comodidad, ya que podemos sentarnos tranquilamente en el sillón a navegar por Internet, leer el periódico o un libro, escuchar música, etc., sin la necesidad de teclado o ratón, ya que todo se maneja con los dedos en una pantalla amplia, con menos de un kilo de peso y poco más de un centímetro de grosor, que además se puede utilizar en vertical o de forma apaisada según la necesidad. Vamos, que parece insuperable para leer el períodico, navegar o ver videos por internet.
Y ahora sí, los contras: en primer lugar sigue siendo un problema que Flash no corra sobre iPhone o iPad. Jobs está empeñado en que cuando un Mac se cuelga es culpa de Flash, y mientras esperamos la llegada del HTML5, nos tenemos que fastidiar al encontrarnos con muchas webs que se ven incompletas.
En segundo lugar, la pantalla LED, que pese a tener una calidad indiscutible quizá se esperaba algo más novedoso, como la tinta electrónica a color (e-ink). Siendo un dispositivo ideal para leer periódicos o libros, la pantalla tiene el inconveniente del brillo, lo que supone, tras horas de uso, fatiga visual (no será raro que 2011 vea una versión 2 del iPad incorporando alguna solución como una pantalla flexible e-ink, de bajo consumo).
En tercer lugar, al igual que con iPhone, siguen sin ofrecer la multitarea abierta. Igualmente se presenta sin cámara de fotos, flash y video, ni USB. ¿Y qué decir del bluetooth cerrado?. ¿Y de la limitación de memoria?. ¿Y de que haya que "jailbreakear" el dispositivo para acceder a un buen número de aplicaciones a las que Apple da la espalda?.
No negaremos las bondades, pero tampoco ocultaremos las incomodidades. Veremos en breve si la nueva versión 4G del iPhone soluciona de una vez esos inconvenientes, y si no, seguramente la evolución de Android para los nuevos smartphones táctiles inteligentes siempre podrá ser una buena alternativa...
...Aunque ahora que me doy cuenta, de momento, Jobs ha conseguido que en este blog se hable de iPad...
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