SICUR 2010. Primeras impresiones.

Lo habitual cuando se produce un evento de estas características (Feria, Salón, Exposición, etc.) suele ser el que la evaluación del mismo se haga a su finalización, lo cual es perfectamente lógico, pues es el momento en el que se dispone de todos los datos. En este caso, con el riesgo que ello supone pero con la intención de ser de los primeros en opinar, ofrecemos aquí las primeras impresiones y sensaciones sobre este SICUR 2010 que se acaba de inaugurar.

La organización del salón no merece reseña especial, lo que lejos de ser un mal síntoma, en la mayoría de los eventos es lo mejor que puede suceder ("No News, good news"). Los participantes y asistentes de anteriores ediciones habíamos recibido la correspondiente acreditación semiplastificada, lo que simplificaba enormemente el acceso al recinto, reduciendo esperas en la secretaría. Quizá se echan de menos por el recinto máquinas expendedoras de bebidas, snacks, etc.

Lo cierto es que el interés de quien escribe, se encuentra centrado en el pabellón 10 (Security), dedicado a la seguridad en general. Los otros pabellones están dedicados a la Seguridad en el Trabajo (Prolabor) y en la Seguridad contra incendios.

A nuestra llegada al recinto ferial pudimos comprobar un inusual movimiento de miembros de la Policía Nacional tomando posiciones incluso con armas de fuego, que nos hizo pensar que alguien podía haber tenido la tentación de utilizar este foro de Seguridad para alterarnos la misma a todos... Los rostros, rápidamente nos indicaban que la tensión no reflejaba un posible peligro de ese tipo. Pronto comprendimos: el alcalde de Madrid, encargado de inaugurar esta edición (acompañado entre otros por la Delegada del Gobierno de Madrid, Amparo Valcarce, el exalcalde de Madrid y presidente de IFEMA,  José Mª Álvarez del Manzano, y del Delegado de seguridad del ayuntamiento de la capital, Pedro Calvo ), "recibía la visita" -cuando se acercaba a los stands de la Policía Nacional y de la Guardia Civil- de una docena de manifestantes, pertenecientes a sindicatos de la Policía Municipal y Agentes de Movilidad y de seguridad privada, que le increparon por atascar supuestamente  las negociaciones de los convenios colectivos de seguridad del Ayuntamiento y de los agentes de seguridad privada. En el interior se vieron frenados por la seguridad privada de IFEMA, lo que permitió continuar con la inauguración y visita por el resto de pabellones sin más problema.

Anécdota aparte, la primera impresión es clara: probablemente el sector de la seguridad es de los menos afectados por esta época de brutal crisis económica, pero también la sufre, y de ello creo que dan fé algunos datos como:

• la reducción en unas 500 empresas participantes respecto a la última edición (1.351 empresas, de forma directa o representada en el presente Salón, frente a las 1.847 empresas -para un total de 2.192 marcas- que habían asistido al de 2008)
• la ausencia significativa de bastantes "gigantes" de los diferentes aspectos de la seguridad (no daremos nombres) y la reducción de espacio (respecto a otras ediciones y certámenes) de los stands de las primeras marcas
• una afluencia sin apreturas que -pese a ser día inaugural- favorecía una relativa tranquilidad y comodidad para caminar por las calles de los pabellones y visitar los stands (veremos la evolución estos próximos días). 
• la reducción de número de pabellones-que en 2008 se habían ampliado en dos, con respecto a 2006- y que en esta edición ha perdido uno
• la práctica desaparición de la "Seguridad Informática", en nuestra modesta opinión, absolutamente imprescindible en una muestra importante del sector, como es SICUR
• la constatación de que la crisis también ha repercutido en la creatividad, la innovación y el desarrollo, al no existir un número importante de novedades dignas de reseña específica
• anecdótico pero no por ello menos reseñable es que en la presente edición, el jamoncito y los productos ibéricos (un par de stands lo mantenían) y los vinos de calidad que -especialmente las marcas destacadas- se ofrecían a visitantes, distribuidores, clientes, etc., han dejado paso a platitos de plástico con galletitas saladas y patatitas. Todo un síntoma de la época de "vacas flacas" que atravesamos
• reducción a la mínima expresión del número de azafatas y personal de los stands

Lo cierto es que el Salón acaba de comenzar. Veremos a ver si estás impresiones inaugurales cambian o se corroboran.