jueves, 18 de febrero de 2010

Bumping, el gran peligro actual en la seguridad en domicilios y negocios






Desde siempre, una de las fórmulas utilizadas por la delincuencia -por ser de las menos aparatosas y ruidosas-  para allanar, asaltar y entrar sin permiso en las instalaciones (sean estas domicilios, negocios o instituciones u organismos) es la de vulnerar la cerradura de acceso. Para ello, los delincuentes "profesionales" contaban con conocimientos de cerrajería que les permitían acceder a través de la cerradura mediante técnicas como el ganzuado. Cuando no se contaban con estos conocimientos, siempre estaba la posibilidad de "reventar" literalmente la cerradura (taladrando, destrozando el cilindro, etc.) que aunque más ruidoso que el ganzuado, suponía menos esfuerzo y ruido que reventar cristales, tirar la puerta, etc.

Desde el punto de vista de las potenciales víctimas, o sea cualquiera de nosotros, podemos decir que existía cierto desamparo ("¡qué le vamos a hacer... si unos delicuentes "profesionales" vienen a ganzuarnos la puerta!") que sólo se contrarrestaba con el "consuelo" de la suerte ("ya sería mala suerte que tuviera que tocarnos a nosotros...", "¿pero quién va a venir a robarnos a nosotros...?").

Estos planteamientos tenían su parte de fundamento: si la mayor parte de la gente pertenece (para entendernos) a un estatus de clase media, los delincuentes "profesionales", en buena lógica, centrarán sus esfuerzos delictivos a ir "sobre seguro", y para ello deberían elegir entre sus víctimas a personas de clase acomodada. Y hasta ahora, podemos decir que, en mayor o menor medida, eso era lo que venía sucediendo... Hasta que se conoció y extendió el "bumping" (en la cabecera de esta entrada puede verse uno de los numerosos videos que circulan por Internet, en el que se visualiza el efecto del bumping sobre los cilindros).

A mediados del siglo pasado, por la zona norte de Europa, concretamente en Dinamarca, aparecieron técnicas cerrajeras que conseguían, mediante técnicas de presión sobre la llave dentro del cilindro, conseguir deslizar la cerradura y abrir las puertas. Nacía el bumping. Esta técnica se difundió entre el gremio de cerrajeros y se quedó dentro del secreto profesional, como el resto de técnicas que éstos emplean.

Como todos los secretos de este mundo, éstos lo son hasta que dejan de serlo (cosa que siempre suele pasar), pero sobre todo desde la expansión de Internet como uso público. A partir de 2002 comenzaba a sonar la voz de alarma entre Medios de Comunicación alemanes, que identificaban ya esta técnica como un problema de seguridad. En esos siguientes años, esa técnica estuvo siendo empleada  de forma delictiva fundamentalmente por bandas organizadas provenientes principalmente del Este de Europa. En nuestro país se ha venido produciendo una oleada de robos en chalets y zonas de lujo, que inicialmente extrañaban por producirse en unas circunstancias hasta ahora desconocidas: 
  • los delincuentes no dejaban señales de forzado
  • incluso sorprendían (sin importarles o incluso de forma consciente) a los ocupantes de la vivienda dentro de la misma
  • a los que, o no despertaban, o sedaban antes de que lo hicieran (despertándose horas después), o en casos más dramáticos, sorprendían con una violencia inusitada
En la mente de todos rondaba la misma pregunta: ¿Cómo es posible que alguien entre sin hacer ruido ni dejar señales?. Los indicios iniciales de la Policía y compañías de seguros siempre se dirigían en base a estas líneas:
  • la víctima no había cerrado bien la puerta
  • alguna de sus llaves o copias de las mismas había caído en manos indeseadas
  • alguien del entorno debía ser cómplice
Estas bandas organizadas, en muchos casos compuestas por ex-militares provenientes fundamentalmente de ejércitos disgregados (como sucedió con la extinta Unión Soviética) utilizaban unos operativos muy "profesionales", que les permitían delinquir como si fueran personas invisibles.

Sucede que, cuando la técnica de "bumping" comienza a extenderse entre este tipo de delincuentes, la "preparación" de los mismos comienza a ser desigual, y aparecen los primeros descuidos, las primeras grabaciones de cámaras de vigilancia. De la visualización de las mismas se detecta algo extraño: los delincuentes golpean sobre el cilindro y en unos segundos abren las puertas..., por lo tanto no entraban con la llave del local, pero algo utilizaban.... Los cerrajeros dieron la respuesta a la Policía: los delincuentes estaban utilizando la técnica de "bumping" o "bump-keys". 

A mediados de esta primera década de este siglo XXI, televisiones alemanas y holandesas extendían por Europa la voz de alarma. A la vez, en Estados Unidos, el experto en seguridad, Marc Tobias, comenzaba a hablar públicamente de este problema de seguridad y sus serias amenazas, publicando sobre la técnica y sus consecuencias jurídicas.

En la actualidad el problema ha crecido exponencialmente por la mencionada difusión por internet de esta técnica y el cambio en la situación es radical:
  • PERFIL DEL DELINCUENTE: En estos momentos, cualquiera ha tenido ya acceso a esa información que lleva años circulando por Internet, por lo que el perfil del delincuente ha variado: ya no son sólo bandas organizadas "profesionales"... hoy en día CUALQUIERA (delincuentes habituales, de poca monta, personas desesperadas ante desempleo, etc., etc.) puede tener la tentación de entrar sin dejar rastros en sitios donde no tiene permiso de acceso.
  • PERFIL DE LA POTENCIAL VÍCTIMA: En la actualidad, aquel planteamiento antes comentado sobre el perfil de víctimas de bumping entre las clases más "acomodadas" se ha diluído. Si acabos de decir que en este momento el perfil del delincuente ha variado hacia CUALQUIERA, del mismo modo CUALQUIERA puede ser víctima, independientemente de su estatus socioeconómico.
Y el problema no es pequeño, porque esta situación afecta a la práctica totalidad de los cilindros mecánicos existentes en el mercado. Estamos hablando de que hasta un niño puede tener acceso mediante a esta técnica, a cualquier domicilio, negocio, o instalación de cualquier organismo o institución

Otra circunstancia agravante es que podríamos pensar que para que alguien utilice la técnica de "bumping", previamente debe "bumpear" la llave que deba utilizar (sea ésta de dientes de sierra o de puntos)... sí, cierto, pero igual de cierto que incluso cualquiera puede comprarse por muy poco dinero un "pack" de llaves bumpeadas para no tenga ni que molestarse...

Cuando en DYSTEC detectamos el problema tuvimos muy claro que, además de hacia empresas y organismos, debíamos  prestar atención también hacia los particulares, previendo el problema de seguridad  a nivel particular que se nos avecinaba.


Ese problema ya está aquí: domicilios, negocios, instalaciones.... asaltados a diario y en progresión geométrica. Y precisamente la época de crisis que atravesamos y lo que se vislumbra para los próximos años, hace que esta situación ya se esté convirtiendo en un auténtico problema de seguridad pública.

Inicialmente, la gente no se creía lo que se le contaba sino que pensaba que era una mera estratagema comercial. Por esa razón decidimos colocar algunos enlaces de algunos de los múltiples videos que circulan por Internet y agrupar otros en nuestro canal de video, con lo que queda patente que la realidad es preocupante.

El problema está confirmado que existe ¿qué hacemos, lo ocultamos? ¿"Ojos que no ven, corazón que no siente"?  ¿Miramos hacia otro lado como si no existiera? ¿Nos encomendamos a la lotería del "ya sería mala suerte que lo hicieran a mi"?. Pero... y cuando le suceda ¿qué va a decir en ese momento?. Nuestro sentido de la responsabilidad (que en este caso -afortunadamente, podríamos decir- va unido al comercial-profesional) nos dice que debemos mostrar el problema -que ya está ahí- para que la gente pueda tomar medidas antes de que la situación se torne más insostenible. Por eso, no enseñamos a delinquir a nadie, sencillamente mostramos lo que está circulando por Internet, que lleva años al alcance de cualquiera.

A partir de ahí, está la responsabilidad de cada uno de tomar las medidas que estime convenientes para evitar ser una más de las víctimas de esta técnica.

En DYSTEC proponemos la mejor (por eso la elegimos en su momento) que es el cilindro electrónico BlueChip, que acaba de ser certificado como de máxima seguridad, que permite sustituir sin obra alguna el cilindro mecánico convencional, y en cuyas características no nos vamos a extender ahora aquí, pero que pueden ver en nuestra web.


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