miércoles, 3 de marzo de 2010

El miedo produce un incremento del interés por los cilindros electrónicos


No cabe duda, se palpa en el ambiente. Se ha incrementado exponencialmente el miedo a los robos y asaltos, tanto en empresas como en domicilios (especialmente en estos últimos, por peligrar más la integridad física de los ocupantes, una vez que los Medios de Comunicación ofrecen casi a diario noticias de robos con violencia en hogares con sus ocupantes dentro), y con él, el interés por la nueva generación de cilindros para las puertas que en unos años irán sustituyendo en el mercado a las tradicionales cerraduras mecánicas, que en la actualidad suponen una brecha de seguridad importantísima en los accesos. SICUR es testigo de ello.

Hemos podido comprobar también que existe todavía hoy un desconocimiento importante (y cierto retraímiento inicial, por ese desconocimiento) sobre productos como nuestros cilindros BlueChip. El hecho de escuchar o leer algo como "cilindro o bombillo electrónico" suele traer -inicialmente- a la mente del público en general  imágenes que no se corresponde con la realidad (cilindro electrónico = eso suena a algo  "complicado"; electrónico = eso suena a energía eléctrica;  electrónico = eso suena a obras en las puertas, etc., etc.), o quizá sí, pero con otros productos, no con BlueChip.

El cilindro BlueChip es electrónico porque no utiliza los componentes mecánicos que precisamente son el problema de seguridad en los accesos hoy en día (bumping, ganzuado, reventado), y sí un funcionamiento (como su propio nombre indica) puramente electrónico de comunicación llave/cilindro. La diferencia con respecto a otros productos es que la energía eléctrica que lo hace funcionar se encuentra en su interior, en su batería de pila de botón, que permite al cilindro trabajar tranquilamente sin sustituirla, entre 6 y 10 años (por lo cual ni se produce el desgaste mecánico de las cerraduras tradiconales, ni necesita cambio alguno del cilindro, sino tan sólo de la batería cuando esta se agote). Esta autonomía supone que no se necesita hacer obra alguna en las puertas (sean éstas las que sean, de habitaciones de hotel, de despachos, de domicilios...).

En el momento en que el cliente comprueba que el cilindro BlueChip interactúa electrónicamente con la llave autorizada y que ésta gira y permite la apertura de la puerta de la misma forma que  hasta ahora hacía con sus cilindros y llaves tradicionales (pero sin el grave problema de seguridad de éstas) todos los miedos del desconocimiento desaparecen.

Bienvenidos a la nueva generación de accesos seguros. Bienvenidos a BlueChip.




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