martes, 25 de junio de 2013

Otra falla en la seguridad en las puertas de los hoteles


Consideramos esta entrada de especial importancia, tanto para el usuario que, ahora que se avecinan las vacaciones veraniegas, como para los propietarios de todo tipo de hoteles y lugares de alojamientos que estén pensando en reformas o incluso en la construcción de nuevas instalaciones hoteleras. La información es el arma más potente de la que se dispone, porque a través de ella se pueden tomar medidas.

Una gran parte de las habitaciones de hoteles del mundo cuentan en las puertas de sus habitaciones con manillas electrónicas a las que se accede mediante el uso de tarjeta. Una de las más extendidas del mercado (más de un tercio de los hoteles del mundo y más de la mitad de las habitaciones del hoteles del mundo la utilizan) ha dejado patente que supone un grave problema de seguridad, tal y como ya reflejamos en su día en este blog

Si bien es cierto que los hoteles se desentienden de lo que pueda suceder con aquellos objetos de valor que no sean depositados por su propietario en la caja de seguridad general del hotel (recuerde que las de las habitaciones son bastante poco seguras, tal y como se comentó en este blog) también lo es que a ningún director, gerente, propietario o compañía hotelera le hace gracia que se produzcan robos en sus habitaciones y que eso se extienda como reguero de pólvora por Internet y las Redes Sociales, porque va contra su imagen y reputación.

Las tarjetas magnéticas que interaccionan esas manillas, se desmagnetizan fácilmente al acercarla a dispositivos como teléfonos móviles, lo cual supone que se deba perder el tiempo en ir hasta la recepción a que se la re-programen, y suelen ser un dispositivo inseguro en el que además del nombre y la habitación del hotel, suelen guardar también numerosos datos personales del usuario (dirección, tarjeta de crédito, etc.).

Este tipo de instalaciones, además, requieren de un completo cableado por paredes y techos, para ofrecer energía al cerradero eléctrico de las puertas.

Este tipo de manillas tienen otro inconveniente para la seguridad, y es que, como funcionan con un relé que se activa cuando el dispositivo recibe una señal positiva en su contacto con la tarjeta correspondiente (o un dispositivo hackeado, como se mostraba en la entrada anteriormente aludida), el usuario tan sólo tiene que hacer el movimiento natural de la manilla para que la puerta se abra. ¿Y cuál es el problema?, pues que aparte del mencionado hackeo al que aludíamos al principio de esta entrada, la manilla interior también puede ser abierta desde el exterior con una simple medida de baja tecnología, como se puede ver en los videos accesibles a través de la Red. En el que mostramos a continuación, sus autores sugieren una medida coyuntural para contrarrestarlo, también de baja tecnología: colocar una toalla enrollada en la manilla interior, para evitar que ésta pueda ser enganchada (sin embargo sólo valdría para determinadas manillas y para cuando el personal del hotel ya ha dejado arreglada la habitación).



Sin duda alguna, los cilindros electrónicos, accionados por llave electrónica, y que accionan una cerradura que deja accionado el bulón con una o más vueltas de llave, son de las más adecuadas para los establecimientos hoteleros, pues aportan y transmiten una mayor robustez, seguridad, tranquilidad y diseño al cliente alojado en los mismos.





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