La tecnología, al igual que los tiempos, "avanza que es una barbaridad". No hay más que observar cómo se nos quedan de obsoletos los ordenadores en nuestra casa con el paso de los meses, cuánto nos duran los terminales móviles, etc.. Si alguien tiene alguna revista sobre informática, gadgets, etc. de hace unos meses y se para un momento a ojearla comprobará que ya está casi completamente desfasada.
El pasado año, Hitachi Maxell y Mitsubishi Kagaku Media dejaron de producir disquetes (floppy disk) y ahora Sony deja de fabricar disqueteras...
Hemos visto caer el sistema 2000 y el Betamax por el VHS, y a éste, caer por el DVD (sin olvidar intentos como el láser disc o el mini-disc). Y al DVD parecen contarle los días con el Blue-Ray (sin olvidar el intento del HD DVD)... Hemos visto caer la cinta-cassette y el disco de vinilo por el CD...
Y ahora estamos viendo la desaparición paulatina del teléfono fijo. Todavía nos queda un tiempo de verlos, especialmente en empresas..., pero en los domicilios está claramente "sentenciado". En el último año se han producido unas 30.000 bajas entre los abonados de teléfono fijo, mientras que las altas entre la telefonía móvil siguen creciendo. Y el acta de defunción no se firma todavía porque muchos usuarios tienen su conexión a Internet íntimamente ligada a la de la línea telefónica fija, lo que ha venido siendo un auténtico negocio que obligatoriamente ahora ha de cambiar, gracias fundamentalmente a la competencia.
Se acaba el engañoso "beneficio" de las llamadas a fijo "gratis". ¿Gratis? ¿Y la obligatoria cuota mensual por línea y, de paso, la tarifa "plana" de llamadas al mes?. La "broma" sale por un mínimo de 60 € al mes.
La aparición de operadores como Vodafone que ofrecen ADSL sin necesidad de tener ni una instalación previa ni una línea fija contratada, obliga a Telefónica a replantearse esa vía de negocio y se esperan bajadas de precio en el servicio de ADSL y una nueva oferta del mismo independizado de la línea telefónica fija con lo que desaparecerá la famosa cuota mensual de línea y lo que supondrá la definitiva defunción del servicio.
Esperemos que, de una vez, la competencia haga bajar verdaderamente los precios.
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