jueves, 6 de septiembre de 2012

Nokia Lumia y Windows Phone 8, apuesta y necesidad.


A escasos días de la presentación del próximo iPhone y en medio del auge que está experimentando la plataforma Android, especialmente en lo referente a los Galaxy de Samsung, Nokia comienza a jugarse su futuro. En dos años, los fineses han pasado de ser el fabricante líder mundial de telefonía móvil a estar al borde del precipicio. Su apuesta en la alianza con Microsoft debería ser su salvación... si es que llegan a tiempo. La extrema robustez del sistema symbian se ha visto totalmente superada por los sistemas de los nuevos smartphones, especialmente iOS de Apple y Android de Google. A esto hay que añadir que los expertos inversores internacionales llevan bastantes meses con un particular interés en denostar la gama Lumia en relación a los iPhone y Galaxys. Ayer mismo, apenas acabada la presentación de los nuevos terminales Nokia en Nueva York, aparecían noticias del escaso entusiasmo en los mercados.

En este momento Nokia se la juega. Windows ha tardado en rematar en nuevo Windows 8 y su versión para móviles pero su salida al mercado está cercana. Sin embargo la falta de precisión exacta en fechas y precios no gusta en los mercados, por lo que deberán aplicarse para no salir demasiado tarde en una carrera que pudiera dejarles fuera definitivamente.

A Microsoft hay que reconocerle que el trabajo que está realizando parece realmente bueno. Tras el fiasco de Vista se ha constatado que Windows 7 ha aportado una robustez y fiabilidad que ya no se recordaban. En cuanto al campo de los móviles, los progresos del Windows Phone hasta llegar a su versión 7.5 son interesantes, razón por la cual se espera que Windows 8 y su versión móvil Windows Phone 8 supongan un relanzamiento de los de Redmon a todos los niveles de mercado: sobremesas, portátiles, tabletas y móviles, que, compartiendo el nuevo sistema operativo deberían suponer un buen bocado a los por el momento destacados Apple y Google.

Por tanto, Nokia se la juega de la mano de Windows, y, si no tardan mucho, se reengancharán en los puestos cabeceros del mercado. Los Lumias 610 y 710 han sido una buena piedra de toque, los 800 y 900 también, pero se han quedado a medio camino de llegar hasta el Windows 8 (los actuales no correrán bajo esa versión, aunque pudiendo actualizarse hasta una versión 7.8). Tan sólo los nuevos Lumia 820 y 920 comenzarán a utilizar el nuevo sistema de Microsoft.

Por lo visto en la presentación americana, Nokia apuesta por su tradicional robustez en el hardware y avanza especialmente en  lo referido a óptica y batería. El buque insignia es el 920, que monta una cámara trasera de 8,7 megapíxeles (óptica Carl Zeiss) que, con la tecnología Pure View, permitirá tomar imágenes con poca luz y sin flash de alta calidad, con gran nitidez y con corrección de movimiento, convirtiéndose así en la mejor cámara de smartphones del mercado.

Su batería es de 2000 mAh es la mayor montada por Nokia en sus terminales y permitirá su carga de forma inalámbrica gracias a su tecnología Qi.

Pantalla de 4,5 pulgadas, procesador de doble núcleo de 1,5 GHz, 1 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento y cámara delantera para videoconferencia de 1,2 megapíxeles son otras de las características del dispositivo.

En cuanto a software, dispondrá de un sistema de realidad aumentada (Nokia Vista Urbana) basado en su GPS. Por otra parte, Windows Market está aumentando considerable y rápidamente el abanico de aplicaciones, con lo que no se echarán de menos otras existentes en las plataformas rivales.

Por su parte, el modelo 820 será la gama media de estos dispositivos, y aunque con cámara trasera de 8 megapíxeles, no contará con la óptica de su hermano mayor, aunque también permitirá la carga inalámbrica.

Nokia está apostando fuerte y casi (por las circunstancias) de forma desesperada. Esperamos que su lacónico "otoño" al ser preguntados por la salida, no se retrase porque salir muy atrás en esta carrera podría resultar fatal.

Si, como debiera ser, llegan a tiempo, sin ninguna duda serán duro competidor con sus rivales.... Y Windows 8, promete, porque si a la fiabilidad del 7 se une la sincronización multidispositivo, estaremos ante un sistema operativo que puede marcar diferencias.

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