Si en su día ya habíamos tratado alguna aplicación de la tecnología en el cuidado de la boca, volvemos a hacerlo hoy, de forma concreta con los cepillos dentales.
Los cepillos de dientes suelen suponer un incordio a la hora de guardarlos hasta su próximo uso, horas después. Hay quien los mantiene en alguna sujección a la pared, hay quien los deja en un vaso, hay quien los deja sobre una balda... pero en ningún caso resulta muy estético y poco práctico.
Bien, pues ahora ya existe una solución alternativa: el cepillo de dientes "tentetieso" Es algo tan ocurrente como crear un centro de gravedad en el extremo del mango del cepillo, para mantenerlo siempre de pie. Con ello se evita lo antiestético de mantenerlos en la pared, o de que se caiga el vaso al coger el cepillo, o de que al coger el cepillo de la balda éste se caiga o arrastre algún otro producto en su caída.
Por otra parte, existe otra originalidad para evitar el uso del vaso en la higiene bucal tras el cepillado de dientes. Con esta idea se acaba el tener que reponer constantemente los vasitos desechables, o tener que lavar cada vez el vasito de cristal, y no digamos el evitar los accidentes por las caídas del vaso al suelo...
Se trata del cepillo-fuente, en el que el agua procedente del grifo es canalizada a través de la cabeza del cepillo, y mediante la habilitación de un orificio al final de la cabeza o en el extremo del mango, producir un chorrito a modo de fuente que permite un enjuague cómodo. Resulta ideal para lugares donde confluyan bastantes personas, ahorrando el espacio de los vasos.
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