Uno de los "temores" que la gente suele mostrar al interesarse por los nuevos bombines electrónicos de seguridad va asociado al adjetivo "electrónicos". Para muchos, el desconocimiento suele inducir al error de pensar que se trata de algún dispositivo complicado de usar y con dificil y costoso mantenimiento. Y nada más alejado de la realidad: su manejo es tan sencillo como el de un bombín tradicional y no requiere de más mantenimiento que un sencillo cambio de las baterías de botón cada ciertos años (y que realiza el propio cliente).
Nuestros cilindros electrónicos tienen la misma forma "exterior" y tamaños que los cilindros mecánicos convencionales, y la interacción con la llave se realiza de la misma manera que hasta ahora se realizaba con las tradicionales llaves mecánicas: introducir la llave y girarla. Así de sencillo. La diferencia radica en que el mecanismo de apertura no se realiza mediante pernos y pistones mecánicos (de fácil vulneración mediante bumping o ganzuado) sino mediante un sistema de diálogo pregunta-respuesta que, de forma inapreciable e instantánea, se realiza entre el cilindro y la llave, y según el cuál el primero autoriza o no a la llave según el permiso de acceso que ésta tenga. La protección anti-magnética de nuestros bombines electrónicos bloquea cualquier intento de acceso mediante la creación de interferencias electromagnéticas.
Nuestros cilindros electrónicos tienen la misma forma "exterior" y tamaños que los cilindros mecánicos convencionales, y la interacción con la llave se realiza de la misma manera que hasta ahora se realizaba con las tradicionales llaves mecánicas: introducir la llave y girarla. Así de sencillo. La diferencia radica en que el mecanismo de apertura no se realiza mediante pernos y pistones mecánicos (de fácil vulneración mediante bumping o ganzuado) sino mediante un sistema de diálogo pregunta-respuesta que, de forma inapreciable e instantánea, se realiza entre el cilindro y la llave, y según el cuál el primero autoriza o no a la llave según el permiso de acceso que ésta tenga. La protección anti-magnética de nuestros bombines electrónicos bloquea cualquier intento de acceso mediante la creación de interferencias electromagnéticas.
En cuanto al mantenimiento, éste se reduce a la sencilla sustitución (por el propio cliente) de las dos baterías de botón que el cilindro alberga, cada varios años (dependiendo del tipo de cilindro y condiciones de uso, entre unos 3 y 10 años). Sin necesidad de cambiar el cilindro, sin gastos de instaladores, sin depender de terceros.
Los bombines electrónicos cuentan de fábrica con una lubricación permanente, por lo que no requieren de ningún otro mantenimiento.
En el caso de los cilindros ofrecidos en nuestra tienda www.bombinesyseguridad.es, para clientes en España, sí recomendamos al cliente la adquisición de un adaptador de potencia para aperturas de emergencia.
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